

RIO GRANDE.– La 50° edición del Gran Premio de la Hermandad, que debía ser una celebración histórica para el deporte motor fueguino, terminó en un fin de semana para el olvido. La competencia se suspendió tras el grave accidente de Martín Thompson en la zona de fronteras, lo que ameritó la activación de un cordón sanitario y la posterior cancelación de la segunda etapa.
Si bien la bandera roja fue correctamente aplicada del lado argentino por la falta de ambulancias y el uso de la Ruta Nacional N° 3, un error organizativo detuvo a los binomios que transitaban en suelo chileno, llegando apenas una quincena de autos a Porvenir, mientras que muchos ni siquiera largaron desde Río Grande.
El Automóvil Club Río Grande emitió un comunicado donde explicó que la neutralización respondió a la prioridad sanitaria, aunque admitió una “malinterpretación” en la orden de bandera roja. Asimismo, junto con ADELFA, confirmaron la cancelación definitiva por falta de garantías de seguridad.
En lo deportivo, Luciano Preto fue el ganador parcial hasta Porvenir, escoltado por Lucas Garro en su debut con Honda Civic. Santino Rossi, de 17 años, sorprendió al imponerse en la categoría E, mientras que Javier Podwiazny ganó la F superando a Mariano Chebel.
Más allá de los resultados, el desenlace de esta edición encendió alarmas: pilotos, equipos y familias reclaman una organización a la altura de la historia de la carrera. El Gran Premio, sostienen, debe actualizarse en seguridad, protocolos y comunicación, para no repetir errores y garantizar su continuidad.
Fuente: Tiempo Fueguino