viernes 19 de septiembre de 2025 - Edición Nº184

Entrevistas | 18 sep 2025

Suelo pélvico: los riesgos ocultos detrás de la desinformación en redes

En redes sociales circulan consejos sobre cómo cuidar el suelo pélvico, pero muchos no solo son ineficaces, sino que pueden empeorar la situación. El Dr. Guillermo Guilburd, ginecólogo y obstetra en Clínica San Jorge, Ushuaia, explica qué es realmente, por qué se daña y cómo prevenir futuros problemas.


Empecemos por definir qué es y por qué es importante. El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que funciona como una malla de contención que sostiene órganos como la vejiga, el útero y el recto. Si se debilita, pueden aparecer prolapsos, incontinencia urinaria y dificultades en la vida sexual, entre otras cosas. El problema es que, pese a su importancia, la mayoría de las personas no sabe exactamente qué es ni cómo cuidarlo. 

Uno de los mensajes más repetidos en redes es que “el suelo pélvico se daña por el parto”. ¿Es cierto? Solo en parte. “No es exclusivo del parto ni del embarazo. Hay pacientes que tuvieron cinco partos y no tienen problemas, y otras que nunca estuvieron embarazadas y sí los presentan”, explica Guilburd. “La causa más frecuente es constitucional, un tipo de tejido que, por su estructura, no tolera bien la presión o el peso. A esto se suman factores que agravan la situación, como la constipación crónica, la tos persistente, el sobrepeso y las actividades físicas mal diseñadas”.

En TikTok e Instagram, abundan influencers que recomiendan rutinas para “fortalecer el piso pélvico” o “cerrar la diástasis” sin respaldo profesional. Algunas prácticas incluso son dañinas. “Estamos viendo chicas jóvenes con descensos pélvicos por hacer ejercicios sin control, como sentadillas profundas con carga o pesas rusas usadas de forma incorrecta. El piso pélvico no está preparado para soportar ciertos movimientos sin adaptación”, alerta el Dr. Guilburd. “Lo ideal, sería que ginecólogos y entrenadores, trabajen en conjunto para advertir ciertos ejercicios que podrían empeorar la patología”.

El problema se agrava porque muchos de estos contenidos usan un tono alarmista. El resultado son mujeres angustiadas, autoexigiéndose prácticas que no necesitan o que terminan siendo contraproducentes, prácticas que se realizan en el mismo lugar en donde se atienden por tratamientos estéticos. “Muchas veces, la zona problema (piso pelviano) impacta mucho en la autoestima de la paciente.” Agrega el doctor. 

Entonces, ¿qué debemos hacer realmente para cuidarnos? “No todo el mundo necesita la misma rutina ni los mismos cuidados. Hay que personalizar”, indica Guilburd. Mantener un peso saludable, evitar constipación, la tos crónica y los ejercicios contraindicados por nuestro profesional ginecólogo de confianza. 

Cuando ya hay síntomas, como incontinencia urinaria, sensación de bulto, dolor pélvico o incomodidad, es clave no demorarse en consultar. “Existen tratamientos efectivos, desde fisioterapia y técnicas regenerativas, hasta cirugía si el caso lo requiere. Es un cambio de calidad de vida, además de confort sexual y comodidad” concluye el Dr. Guilburd.

Debemos ser conscientes de que lo que vemos en redes no siempre es cierto, y cuando se trata de salud, seguir consejos virales no siempre es la mejor decisión. La información confiable y la consulta profesional son la mejor prevención. 

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