

La Luna vuelve a estar en el centro de la agenda espacial internacional. Más de medio siglo después de la misión Apolo 11, la NASA avanza con el programa Artemis, que busca no solo regresar, sino permanecer y convertir al satélite en una plataforma para futuras expediciones hacia Marte.
La misión Artemis 2 será clave: cuatro astronautas —Reid Wiseman, Victor Glover, Christina Koch y Jeremy Hansen— viajarán en la nave Orión para un sobrevuelo lunar, convirtiéndose en los primeros en superar la órbita baja terrestre desde hace más de 50 años. El vuelo, previsto entre febrero y abril de 2026 con posibilidad de adelantarse, pondrá a prueba sistemas de propulsión, comunicaciones y soporte vital, además de evaluar variables biomédicas como sueño, radiación y estrés.
Este ensayo general prepara el terreno para Artemis 3, que planea descender en el Polo Sur lunar antes de 2030, región de gran interés científico y estratégico por sus reservas de agua congelada y la presencia de helio 3, recursos que podrían ser claves para generar energía y sostener futuras bases permanentes.
El programa trasciende a la NASA: decenas de países participan mediante los Acuerdos Artemis, que buscan establecer reglas de cooperación y uso pacífico de recursos. Argentina integra este marco y contribuirá con el satélite CubeSat Atenea, diseñado en el país, que será parte de la misión Artemis 2.
Según especialistas, esta nueva etapa de exploración espacial ya no se limita a plantar una bandera, sino a aprender a vivir fuera de la Tierra, generar una economía lunar con la participación de la industria privada y dar los primeros pasos hacia la colonización del espacio cercano.
La carrera espacial está en marcha. Con Estados Unidos y China como protagonistas, el próximo gran salto será Artemis 2, un viaje de diez días que marcará el regreso de astronautas a las cercanías de la Luna y abrirá una nueva era para la humanidad.
Fuente: Infobae