Desde el inicio de la pandemia, muchas personas aumentaron su uso de productos de limpieza en el hogar. Este hábito, aunque buscaba proteger la salud, puede tener efectos adversos: la inhalación o el contacto con ciertas sustancias químicas de estos productos —como solventes, blanqueadores, desinfectantes, fragancias o aerosoles— está vinculada con irritaciones en vías respiratorias, piel y ojos; cefaleas; y en algunos casos, con alteraciones más serias en la salud. infobae+2American Lung Association+2
Las sustancias químicas comúnmente implicadas son los llamados compuestos orgánicos volátiles (VOCs), solventes, blanqueadores con hipoclorito de sodio, amoníaco, fragancias artificiales, entre otros.
El uso frecuente de estos productos, especialmente en espacios poco ventilados o en presencia de niños, personas mayores o con condiciones respiratorias, incrementa el riesgo de asma, alergias, problemas respiratorios crónicos e incluso puede repercutir sobre el sistema hormonal.
Por eso, los expertos recomiendan: ventilar bien los espacios al limpiar; evitar mezclas peligrosas de químicos (por ejemplo, no combinar lejía con amoníaco o con vinagre); leer las etiquetas y preferir productos con baja emisión de VOCs; y cuando sea posible, recurrir a alternativas más suaves como agua con jabón, vinagre, bicarbonato, limpieza mecánica (esponja, trapo) o soluciones caseras de bajo riesgo.
Fuente: Infobae