

El anuncio del Gobierno nacional sobre la reducción de aranceles para la importación de celulares, televisores y aires acondicionados generó una fuerte preocupación en Tierra del Fuego. La medida, que busca abaratar los precios al consumidor, fue interpretada como una amenaza directa a la industria electrónica radicada en la provincia y al empleo de miles de trabajadores.
Desde el Ejecutivo fueguino, la ministra de Producción Karina Fernández advirtió que la decisión “puede significar la pérdida de miles de puestos de trabajo y una menor competitividad para la industria fueguina”. Actualmente, unas 8.500 personas se emplean en el sector, mayoritariamente en fábricas de electrónica.
El esquema prevé que el arancel de celulares pase de 16% a 8% de inmediato y se elimine por completo en enero de 2026. También se reducen los impuestos internos para estos productos, tanto importados como fabricados en la provincia.
El gobernador Gustavo Melella también cuestionó duramente la medida, señalando que responde a una exigencia del Fondo Monetario Internacional. “Es un golpe muy duro para la industria de Tierra del Fuego”, dijo, y fue cruzado en redes por el vocero presidencial Manuel Adorni, quien minimizó el impacto y sostuvo que “la libertad avanza”.
Desde el sector empresarial, el Grupo Mirgor expresó su preocupación por el impacto social y laboral de las nuevas condiciones. La Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), si bien valoró la baja en los impuestos internos, advirtió que la eliminación de aranceles podría comprometer la sostenibilidad de la actividad industrial en la isla.
El Gobierno provincial, junto a gremios y cámaras empresarias, analiza por estas horas posibles medidas para mitigar el impacto de este nuevo escenario económico.
Fuente: Info3Noticias