

La Confederación General del Trabajo (CGT) se pronunció este miércoles en contra de la reciente medida del Gobierno nacional que implica una reducción progresiva de aranceles para la importación de productos electrónicos como celulares, televisores y aires acondicionados. A través de un comunicado, la central obrera expresó su “más enérgico rechazo” a lo que considera una política que “pone en riesgo el trabajo argentino” y respaldó el reclamo de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en Tierra del Fuego.
Desde la CGT advierten que la apertura indiscriminada de las importaciones en este sector no sólo genera un fuerte impacto negativo sobre la producción local, sino que amenaza directamente con la destrucción de puestos de trabajo de alta calificación. “No es abriendo las importaciones como se mejora la competitividad, sino apostando al desarrollo tecnológico e industrial propio”, señalaron.
El respaldo de la CGT se produce en un contexto de creciente tensión en la provincia, tras el anuncio de la eliminación de los aranceles a la importación de celulares en dos etapas (reducción inmediata del 16% al 8%, y baja total a 0% a partir de enero de 2026), así como la reducción de impuestos internos para los productos electrónicos fabricados dentro y fuera del país. La medida generó una fuerte reacción en todos los sectores industriales y políticos fueguinos.
Respaldo a la UOM Tierra del Fuego
En su declaración, la CGT no sólo manifestó su solidaridad con los trabajadores de la UOM fueguina, sino que también alertó sobre el efecto dominó que esta política puede tener en el conjunto del sistema productivo nacional. “La desindustrialización siempre comienza por los extremos: primero es Tierra del Fuego, después vienen las otras provincias”, advirtieron fuentes del movimiento obrero.
El acompañamiento de la CGT fortalece la postura de la UOM, que viene manifestando una firme oposición a la política del Gobierno nacional en materia industrial. Los trabajadores del sector, que emplea a miles de personas en Ushuaia y Río Grande, temen que la medida desencadene despidos masivos y el cierre de plantas.
Un modelo en disputa
La apertura comercial dispuesta por el Gobierno nacional ha desatado una profunda discusión sobre el modelo productivo del país. Mientras desde el Ejecutivo se sostiene que las medidas permitirán una baja de precios para el consumidor y mayor eficiencia, desde los gremios, el sector empresario fueguino y numerosas voces políticas, se afirma que esto atenta contra la industria nacional y refuerza la dependencia del extranjero.
La CGT, en ese sentido, hizo un llamado a todos los sectores políticos y sociales a “defender la soberanía industrial y el trabajo argentino como pilares fundamentales del desarrollo y la inclusión social”.
Fuente: Sur54