

A medida que avanza el año y se consolidan los lineamientos del plan económico del presidente Javier Milei, las proyecciones sobre la evolución del dólar toman un nuevo protagonismo. El mercado comienza a delinear un escenario para el segundo semestre de 2025 con estimaciones que ubican al dólar oficial cercano a los $1.000 y al dólar libre en torno a los $1.500.
Distintas consultoras privadas, como EcoGo y Aurum Valores, coinciden en que el ritmo actual del crawling peg —el mecanismo por el cual el dólar oficial se ajusta diariamente en pequeñas proporciones— no será suficiente para evitar una aceleración inflacionaria ni para sostener las expectativas de unificación cambiaria. De hecho, desde EcoGo prevén que el dólar oficial podría alcanzar los $990 en diciembre, mientras que el libre podría ubicarse en los $1.475.
A esta proyección se suma la incertidumbre respecto a cuándo se levantará el cepo cambiario. Según los analistas, el Gobierno necesita reunir más reservas en el Banco Central, reducir los pasivos remunerados y consolidar la baja de la inflación antes de poder avanzar con una liberalización total del mercado cambiario. Sin estos pasos previos, una apertura podría generar una fuerte disparada del tipo de cambio.
En paralelo, la brecha entre el dólar oficial y el libre continúa siendo uno de los principales focos de tensión. A pesar del superávit fiscal logrado por el Gobierno y del freno en la emisión monetaria, los economistas advierten que la actual estabilidad es frágil y que cualquier señal de desvío en el ajuste podría presionar nuevamente sobre el mercado cambiario.
Desde el Ejecutivo mantienen el compromiso con el equilibrio fiscal y la acumulación de reservas como pilares fundamentales del programa económico. Sin embargo, la sostenibilidad del plan dependerá también de factores políticos, del cumplimiento de metas acordadas con el FMI y de la respuesta social a las medidas de austeridad.
Fuente: Infobae