

La reciente escalada del conflicto entre Israel y Hezbolá en Medio Oriente encendió las alarmas en los mercados internacionales. Economistas y analistas internacionales coincidieron en que las consecuencias del enfrentamiento ya se están reflejando en el precio del petróleo y podrían extenderse al comercio global, con impactos significativos también para economías periféricas como la de Argentina.
Según el análisis del economista Gabriel Rubinstein, un agravamiento del conflicto impactaría directamente en los precios internacionales de los commodities, generando mayor volatilidad y presión inflacionaria. En este sentido, la suba del petróleo —que ya muestra aumentos tras los recientes ataques— podría trasladarse al costo de los combustibles y, por ende, al precio de bienes y servicios en el país.
El economista Gustavo Ber advirtió que “la sensibilidad de los mercados internacionales a eventos geopolíticos se ha incrementado”, y que este tipo de tensiones actúan como un disparador de movimientos en los activos financieros, como bonos y acciones, afectando también las decisiones de inversión y la percepción de riesgo en economías emergentes.
Desde el plano internacional, el analista Mohamed El-Erian, presidente del Queen’s College de la Universidad de Cambridge, expresó que “la escalada en Medio Oriente está generando incertidumbre sobre el crecimiento global y provocando una huida hacia activos refugio como el oro”. Esto representa un posible encarecimiento del crédito para países con desequilibrios macroeconómicos, como la Argentina.
Además, un aumento sostenido del precio del petróleo presionaría aún más la balanza comercial argentina, elevando el costo de las importaciones energéticas, en un contexto en el que el país ya enfrenta desafíos fiscales y de reservas.
Pese al contexto adverso, algunos analistas señalan que si el conflicto no escala aún más, los efectos podrían ser moderados y de corto plazo. Sin embargo, advierten que la combinación de tensiones externas e incertidumbre interna podría complejizar aún más la situación económica local, especialmente en un escenario de alta inflación, deuda, y necesidad de financiamiento externo.
Fuente: Infobae